Esta semana todos, Explorers y Discoverers, tuvieron la oportunidad de programar robots de verdad. Con Lego WeDo y con la visita de Marina y Carlos, de Generación TEC, el Studio Discovery estuvo inmerso en construcción y programación de robots. Generación TEC también ofreció a los Explorers la oportunidad de programar un robot de verdad.
Bluebot era una mariquita robot que se desplazaba sobre una cuadrícula de acuerdo a los comandos que los Explorer le asignaban. Para programar a Bluebot los Explorer tuvieron que hacer uso de su conciencia corporal y su sentido de orientación espacial, así como de sus conocimientos sobre algoritmos (secuencia de pasos precisos), loops (repetición de pasos precisos), trabajo con cuadrícula en el plano cartesiano y más. ¡Y Lo hicieron muy bien!
Por su lado, a las Discovery les tocó programar un drone para que este pueda ir ida y vuelta entre dos puntos, atravesando obstáculos. Ellas ya conocían el lenguaje gracias a su trabajo previo de programación por bloques, sin embargo, tuvieron que esforzarse al máximo para lograr establecer una ruta correcta y que el drone no se caiga ni se estrelle. Una tarea compleja y, a la vez, muy emocionante. Como era de esperarse, el drone se estrelló y cayó muchas veces, ¡más de 10!, pero estas fallas en lugar de desanimarlas, les inyectaron más energía y las retaron a esforzarse por entender dónde estaba el error y cómo reparar el código. Asimismo, tuvieron que utilizar conceptos matemáticos sobre ángulos, decimales y números negativos para escribir correctamente el código. Finalmente, ¡lo lograron!
Otro importante acontecimiento en el Studio Discovery es que han descubierto la manera de chatear entre ellas mediante sus cuentas de Gmail, de manera que parece que están trabajando cuando están distrayéndose mutuamente. Esta es una herramienta que, bien usada, puede fomentar el trabajo colaborativo y el apoyo mutuo. Sin embargo, la forma en que la han estado usando les ha traído una serie de consecuencias naturales como, por ejemplo, cerrar semana con bajos puntajes y trabajos sin terminar, ad portas de la Exhibition. Las guías respetan sus decisiones y facilitan la reflexión para que sean ellas mismas las que encuentren la mejor forma de dirigir su Studio y regular sus conductas para poder lograr sus metas.
Mientras tanto, los Explorer han estado descubriendo más sobre el universo y buscando tesoros. El martes vieron un video sobre el tema y luego imágenes en 3D del espacio exterior, con ayuda de los lentes de realidad virtual. Con esa maravillosa inspiración, pintaron al aire libre sus propias representaciones. Un proceso hermoso en el que cada Explorer dejó fluir su creatividad única e incomparable.
El jueves tuvieron una emocionante búsqueda del tesoro, Les tocó trabajar en equipo para enfrentar tres retos, uno a la vez, luego de lo cual podrían encontrar el tesoro escondido. Orientándose con la ayuda de un mapa, primero, construyeron un camino para atravesar un mar de lava sin caerse. Luego, visitaron el bosque encantado de las hadas donde debían construir un circuito que cada uno debía recorrer tres veces, respetando los turnos. En este bosque encantado, las niñas eran las encargadas de liderar el proyecto y los niños eran sus colaboradores. Finalmente, visitaron la “Zona Zen” en la que dieron y recibieron agradables masajes de relajación. Una vez superados los tres retos, estuvieron listos para recibir las pistas que los llevaron a encontrar el tesoro escondido: ¡un delicioso helado guardado en el congelador! Los Explorer disfrutaron inmensamente de este Mini Quest, luego del cual hicieron un picnic en el jardín y degustaron sus helados al final.
